miércoles, 9 de septiembre de 2020

La entrada al infierno


El bosque de Arenberg

El verdadero comienzo del Infierno del Norte es el bosque de Arenberg. A unos 80 o 90 km. de meta este terrorífico tramo de unos 2000 m. empieza a seleccionar la carrera. La irregular disposición de los adoquines, la humedad y sobre todo, la velocidad a la que entran los ciclistas convierte este fugaz paso en uno de los momentos más esperados de la temporada ciclista. Para paliar algo la peligrosidad del tramo, se suele pasar en el sentido que es ligeramente ascendente, para que las caídas, que son inevitables, sean menos graves. El tramo, al igual que otros muchos de empedrado que atraviesa la París-Roubaix, está protegido durante todo el año, exclusivamente para la disputa del evento.