lunes, 30 de mayo de 2022

Especial 100 ciclomomentos: Ciclisme valencià

 

                                            El primer gran campió valencià, Joan Baptiste Llorens


A les acaballes del S-XIX naixeria a Vila-Real, Joan Baptiste Llorens, el primer campió valencià de les dos rodes, va ser molt cotitzat internacionalment sobretot a les proves de pista.

Encara que seria impossible anomenar a tots el que es varen fer un nom al pelotó, recordem alguns que varen ser en major o menor mesura història del ciclisme valencià.

Una curiositat cridanera és que els tres primers ciclistes espanyols en guanyar una etapa a cadascuna de les tres grans, foren valencians: al 1929, Salvador Cardona (Alfahuir, 1901) es va impossar a la 9ena etapa del Tour, Bayonne-Luchon de 363 km que passava per Tourmalet i Aubisque, a més a més de ser també el primer espanyol en fer top10 (va ser 4rt); altre pioner va ser l'etern Bernardo Ruiz (Oriola, 1925), primer en guanyar una etapa del Giro al 1955, a banda de ser pódium al Tour de 1952, quan ja havia guanyat la Vuelta al 1948; i abans de aquests dos, Antoni Escuriet (Senyera, 1904), va ser el primer en guanyar etapa a la Vuelta al 1935 i el primer líder espanyol. L'any següent, Salvador Molina (Vilanova de Castelló), va ser el primer rei de la muntanya.

Alguns inoblidables: Salvador Botella (Almussafes-Benifaió), tal vegada el ciclista en més classe de tots els que anomenem, va ser el primer "maglia rosa" espanyol del Giro; Angelino Soler (Alcàcer), encara té el récord de ser el més jove guanyador de la Vuelta al 1961, a més de vèncer a tres etapes i el premi de la muntanya al Giro de 1962; Ramón "Tarzán" Sáez (Utiel), pódium del Mundial de 1967, a mitja roda d'uns tals Merckx i Janssen; Ângel Casero (Albalat dels Tarongers), guanyador de la Vuelta 2001 i dos vegades campió d'Espanya; Vicent Belda (Alfafara-Cocentàina), què sense tindre un gran palmarés potser siga el més carismàtic.

Altres destacats: Rubén Plaza (Ibi), guanyador d'etapa en el Tour i campió nacional; José Enrique Gutiérrez (València), campió d'Espanya contrarrellotge i 2on al Giro 2006; David Bernabeu (Pobla Llarga) i Raül Alarcón (Sax), guanyadors de la Volta a Portugal 2004 el primer i 2017 i 2018 el segon.

I no podem oblidar a René Marigil (el saguntí naixcut a França); Rubén Galvañ (Crevillent), enamorat d'una París-Roubaix que aleshores era una quimera; Javier Castellar (Massamagrell), Paco Antequera (Forn d'Alcedo), que a més com a sel·leccionador nacional és el més llorejat, en diferència; Santos González (Crevillent); Mariano Sánchez (l'àguila d'Ibi), Eduard Castelló (Vall d'Uixó); Josep Pérez Llàcer (Alfafar); Vicent Ridaura (Forn d'Alcedo); Salvador Sanchis (Genovés); Rafa Valls (Cocentàina)... i molts més.

I per supossat, Juan Ayuso (Xàbia 2002), què apunta a ser el futur i que ja ha guanyat el Girino 2021.

En ciclisme femení va destacar Anna Sanchis (Genovés), sis vegades campiona d'Espanya (4 en contrarrellotge i 2 en ruta). En ciclocross, Fran Pla (Agullent), va ser tres voltes campió nacional i Felip Orts (Vila Joiosa), és el gran dominador de l'especialitat actualment i capaç de competir en l'èlit europea. En pista, el gran Sebastià Mora (Vila-Real) acumula ni més ni menys que 12 medalles (7 ors) entre campionats del món i d'Europa.

I per a finalitzar, Ricardo Ten (València 1975), esportista paralímpic, que després de fartar-se a títols en natació, va ser bronze als JJOO de ciclisme a Tokyo.

                                                            Ricardo Ten, sense límits


lunes, 23 de mayo de 2022

Caos surrealita en el lago Payolle


                                                             Abriéndose paso bajo la lona


La séptima etapa del Tour de 2016 tuvo un final inesperado. Por delante Stephen Cummings consigue una brillante victoria en la meta del lago Payolle, tras descender el Col d'Aspin. Detrás un grupo bastante numeroso donde van todos los favoritos se acerca a la meta a buena velocidad. Adam Yates, que está a solo unos segundos del liderato del maillot blanco, que distingue al mejor joven, salta del grupo dispuesto a conseguir la prenda. Va a pasar bajo el enorme arco hinchable donde cuelga el banderín rojo que anuncia el último kilómetro y en ese preciso momento el arco se desmorona y le cae encima al corredor británico. Afortunadamente al pelotón le da tiempo a frenar y evitan la montonera. Ante la confusión, los ciclistas se abren paso como pueden para alcanzar la meta sin perder tiempo. 

Tres puntos de sutura tuvo que recibir Yates, pero además de eso, todo quedó en una situación cómica. La dirección de carrera optó por dar por buenos los tiempos al paso de la pancarta de 3 km y Adam Yates vistió el maillot blanco en la siguiente etapa, que conservó hasta París.

lunes, 16 de mayo de 2022

El intrépido Zaaf mereció mejor suerte


                                                 Zaaf, deshidratado, no pudo culminar su gesta


Era un atacante nato, Abdel-Kader Zaaf siempre realizaba ataques locos, escapadas imposibles. Era la única oportunidad de hacerse notar. Grandes campeones como Coppi o Kubler, con los que tenía buena amistad, le espoleaban cuando querían mover la carrera. Pero el modesto Zaaf finalmente pasó a la historia del Tour por su "no victoria".

En 1950 en la 13ª etapa del Tour se lanzó de salida junto a su compatriota Marcel Molines camino de Nimes. El pelotón se tomó el día de relax y los argelinos alcanzaron una enorme ventaja. A 20 km de meta estaba claro que, por primera vez, un africano se iba a imponer en una etapa de la Grand Boucle. Tuvo que ser Molines quien lo hiciera porque el bueno de Zaaf empezó a tambalearse y cayó al suelo. Se levantó aturdido y reemprendió la marcha en sentido contrario hasta que volvió a desvanecerse, con una fuerte deshidratación.

La leyenda dice que, acuciado por el calor sofocante, bebió una botella de vino que le ofreció un espectador y como era abstenio le provocó una borrachera. Lo que si que es cierto es que fue ingresado en un hospital, pero el bravo Abdel-Kader escapó y se presentó a la salida de la siguiente etapa ofreciéndose a realizar los 20 km que el día anterior no había completado. No se lo permitieron.

El año siguiente si pudo completar todas las etapas, aunque fuera farolillo rojo a 5 horas de Hugo Koblet.


martes, 10 de mayo de 2022

Gerbi, un adelantado a su época

 

                                              No le dio vergüenza a Gerbi, depilarse las piernas


Si observamos el palmarés de Giovanni Gerbi, piamontés de Asti, destaca sobre todo su victoria en el Giro de Lombardía de 1905, el primero que se disputó de la carrera que se convertiría en monumento ciclista. Pero si leemos sobre su vida y milagros descubriremos a un auténtico pionero e innovador en su deporte.

Pronto fue cono cido como "el Diablo Rojo", ya que siempre vestía un maillot de ese color y se dice que tenía bastante mal genio. Po ejemplo tras ganar la Milán-Turín de 1903 participa en el turbulento Tour de 1904 y tiene que pelearse a golpes con los hinchas de Antoine Faure, que atacan al grupo donde circulaba Garin y él mismo. Su propia bicicleta le sirve de arma.

Además, sin abandonar el rojo, utilizaría maillots de seda, mucho más ligeros y cómodos. No dudó en depilarse las piernas e incluso raparse la cabeza, para evitar turbulencias con el pelo (la mayoría de los ciclistas tardarían tres décadas en imitarle). Estudiaba a sus rivales y sobre todo, los recorridos. En el susodicho Giro de Lombardía tenía estudiado cada tramo de los 230 km y bajo un tremendo aguacero en la salida va evitando los peligrosos raíles del tranvía y todas las trampas y desperfectos de los caminos, hace 200 km en solitario sin dar opción a los favoritos Ganna y Galetti y llega a Milan con más de 40' de ventaja sobre Rossignoli que fue segundo. Con solo 20 años compite como un veterano.

Posiblemente no fue el mejor de su época, aunque obtuvo buenas victorias como el Giro del Piamonte o la Roma-Nápoles-Roma y fue dos veces tercero en el Giro, pero si un avanzado a su generación.

jueves, 5 de mayo de 2022

¡ Aunque me cueste la vida !


                               Anquetil, a rueda de Rostollan, perdiendo contacto de los mejores


El quinto Tour de Anquetil, fue sin duda, el que más le costó ganar. En el día de descanso en Andorra, Anquetil, que solo estaba precedido en la general por Georges Groussard y aventajaba en minuto y medio a Poulidor, posaba para los fotógrafos tranquilo, comiendo cordero con su director Geminiani y su esposa Janine. Pero la procesión iba por dentro, una adivina le había pronosticado que moriría al día siguiente. El día siguiente en cuestión tenía la única dificultad montañosa desde la misma salida, el inédito entonces Col d'Envalira. En las primeras rampas, Poulidor y el inevitable Bahamontes rompieron la carrera y Jacques empezó a ceder. ¿ no había digerido bien el cordero o le rondaba la predicción de la bruja ? Louis Rostillan le ofreció su rueda pero en la cima ya perdía 4'. La niebla era muy espesa y Geminiani le dio un bidón con champagne y le dijo que si tenía que morir de todas formas más valía hacerlo como un campeón que rezagado.

Anquetil se lanzó furioso hacia abajo y Rostollan le vio desaparecer en la niebla pensando que era la última vez que lo vería con vida. En el largo descenso pudo alcanzar a sus rivales e incluso sacó luego más tiempo a Poulidor por un desgraciado pinchazo de éste. Una semana después había ganado su quinto y último Tour.