Roger Walkowiak dando la vuelta de honor en el Parque de los Príncipes
La victoria de Roger Walkowiak en el Tour de 1956 es, posiblemente la más infravalorada de la carrera francesa. Walkowiak fue incluido en el equipo para disputar el Tour a última hora, por la llamada a la selección francesa de un componente del equipo regional del que formó parte. En una de las primeras etapas entró en una escapada de 31 corredores entre los que no figuraba ninguno de los favoritos y que tuvo el beneplácito del pelotón. Llegaron con más de 18' de ventaja. Con las primeras etapas selectivas fue él quien resistió al frente de la clasificación, y con las etapas más duras perdió el liderato. Jan Adriaenssens (que ya era un ciclista de bastante categoría) llegó a vestir el amarillo, sin embargo Roger resistió en las etapas alpinas sin perder en ninguna de ellas demasiado tiempo, mientras que todos los favoritos cedieron en alguna de las etapas.
Finalmente Walkowiak acabó con 1'25" de ventaja sobre Bauvin, justamente al ciclista que había sustituido en su equipo y 3'44" sobre Adriaenssens con los favoritos muy lejos: Bahamontes 4º a 10'14", Ockers 8º a 16'52", Gaul 13º a 32'14", Nencini 22º a 54'56", Fornara 24º a 59'58", Loroño 29º a 1h.22'24" y Geminiani 49º a 1h.57'32".
No ganó ninguna etapa pero fue el triunfo de la persistencia, el coraje y la inteligencia. Desde entonces "ganar a lo Walkowiak" es una forma despectiva de denominar una victoria. Su triunfo más que fama, le reportó críticas y reproches.
