martes, 28 de febrero de 2023

Casi pierde el triunfo de su vida

 

                                             Giuseppe Guerini "se encuentra" con un fotógrafo

Giuseppe Guerini fue un buen escalador pero, sobre todo, un gran estratega ya que supo optimizar al máximo sus aptitudes para conseguir buenas victorias e incluso ser pódium en dos ocasiones del Giro.

Llegó la etapa con final en Alpe d'Huez con 220 km y pasos anteriores por Mont Cenis y la Croix de Fer en el Tour de 1999. Por delante Heulot y Bourguignon obtienen gran ventaja, pero a pie del último puerto apenas les quedan dos minutos y medio de margen. Heulot es alcanzado a solo 3,5 km de la meta, mientras que su compañero ya había cedido un poco antes. El grupo de cabeza es muy reducido, con los favoritos y con buenos escaladores: Armstrong, Zulle, Tonkov, Escartín... Guerini no cede del grupo y cuando los demás se vigilan, ataca a falta de 2 km, Abre hueco rápidamente y con el último tramo que se avecina, que baja en dureza, parece que la victoria no se la puede quitar nadie, pero casi bajo el banderín del último kilómetro un joven aficionado irrumpe en medio de la calzada para hacerle una foto, no calcula bien la distancia y Guerini lo arrolla cayendo ambos al suelo. Casi tan rápido como cae, se levanta y ayudado por el propio dolorido y arrepentido espectador sale disparado hacia la meta, que consigue alcanzar 21" por delante de Tonkov, segundo en la etapa. Final feliz. Seis años más tarde consiguió otra etapa En Puy-en- Velay.

jueves, 23 de febrero de 2023

¿ Qué fue del medio fondo tras moto ?

 

Guillermo Timoner, seis veces campeón mundial

Durante mucho tiempo, desde finales del S-XIX se incluía en los campeonatos del mundo de ciclismo en pista, la modalidad tras moto. Eran pruebas donde los ciclistas rodaban tras una motocicleta (stayer), que acoplaba un rodillo a la rueda trasera. El ciclista procuraba ir "pegado" a dicho rodillo para aprovechar al máximo el rebufo.
Esta espectacular competición tuvo a sus dos máximos exponentes en el belga Victor Linart y el español Guillermo Timoner. Linart conquistó desde 1921 hasta 1927 cuatro títulos mundiales, cifra que superaría Timoner con seis cetros entre 1955 y 1965.
A pesar de estar limitado el número de participantes en pista, normalmente no más de seis, y de que se fue ampliando la longitud del rodillo, se alcanzaban velocidades superiores a los 80 km/h y el peligro era manifiesto. Puede ser esta la principal causa de la supresión de esta modalidad de los mundiales de pista, desde hace varias décadas.
Para muestra de su peligrosidad, el accidente que le costó la vida al piloto Ferdinand Wambst, cuando en septiembre de 1969 en una competición en el velódromo de Blois sufrió una terrible caída. El ciclista que le seguía era Eddy Merckx, que apenas unas semanas antes había ganado su primer Tour. Según el propio Mercxs, la lesión que le produjo (desplazamiento de pelvis), le impidió dar el 100% de si mismo en el resto de su carrera deportiva, afortunadamente para sus rivales.

sábado, 18 de febrero de 2023

Un pentacampeón olímpico que se pasó a las bicis

                                                 Eric Heiden con el maillot del Seven Eleven

De 1977 a 1980 el joven norteamericano Eric Heiden, se había convertido en dominador indiscutible y absoluto del patinaje de velocidad. Con solo 21 años acumulaba récords y títulos mundiales, y el colofón había sido su participación en los JJOO de Lake Placid donde conquistó el oro en todas las pruebas que disputó, desde velocidad pura a fondo (500, 1000, 1500, 5000 y 10000 metros). Seguramente  comprendió que ya no podría superar sus logros, era imposible, tendría que limitarse a mantenerlos y cambió de deporte.

Fue uno de los impulsores del histórico SEVEN ELEVEN, el primer equipo norteamericano con estructura similar a los europeos y que en unos años se incorporó al pelotón internacional de élite. Heiden no obtuvo grandes resultados. Fue, eso sí, campeón nacional en 1985, año en que acudió al Giro de Italia y se clasificó el 131º. El año siguiente acudió al Tour, fue 25º en el prólogo, aunque ya no mejoró esa posición en ninguna etapa.  En la 18ª, una fuerte caída le obligó a abandonar.

                                                          ¡ Cinco oros en la misma olimpiada !

 

jueves, 9 de febrero de 2023

Josef Fischer, rey de las clásicas del XIX.

Fischer compitiendo contra un caballo en 1895

Por la cantidad y variedad de sus resultados en diferentes países, se podría considerar al alemán Josef Fischer (1865-1953) como el mejor clasicómano del S-XIX. Ganador de la primera edición de la París-Roubaix en 1896, aunque por aquel entonces no sospecharía en la notoriedad que adquiriría la, seguramente, reina de las clásicas y monumento ciclista. Este hecho ya le hubiera hecho pasar a la historia del ciclismo pero además se anotó una Burdeos-París y otras carreras internacionales de aquella época, como la Moscú-San Petersburgo, Viena-Trieste, Viena-Berlín, Milán-Munich, Trieste-Graz-Viena o Munich-Coburg.

No obstante también podrían discutirle ese honor de mejor clasicómano de la época ciclistas como Lucien Lesna, Gaston Rivierre e incluso Maurice Garin. Cualquiera de ellos digno sucesor de Charles Terront.

Ya con 38 años, Josef Fischer participó en el primer Tour de Francia, en el que fue 15º.

domingo, 5 de febrero de 2023

Un Tour muy aburrido que Desgranges quiso suspender

                                                    Philippe Thys ganó en 1920 su tercer Tour

En 1919 se había reanudado el Tour tras la I Guerra Mundial con apenas 67 participantes (y que solo terminaron 10) y unas carreteras destrozadas. En 1920 se iba normalizando la situación pero no había dinero para que los fabricantes de bicicletas patrocinaran a los corredores, no obstante esta vez 113 ciclistas tomaron la salida en París, casi todos franceses o belgas

El tiempo tórrido ayudó a que se produjeran numerosos abandonos, entre ellos los de Mottiat, Christophe, Defraye, Alavoine y los hermanos Pelissier. Henri Pelissier, que había ganado dos etapas fue sancionado con 2 minutos por un cambio de neumático que , por lo visto, no se atenía al reglamento y abandonó en señal de protesta. Henri Desgranges estaba furioso porque las etapas se decidían al sprint y no otorgó el recién instaurado maillot amarillo hasta más de la mitad del Tour porque había corredores empatados a tiempo. Tras la décima etapa Desgranges amenazó con suspender una carrera muy aburrida, en la que todas las figuras francesas ya habían abandonado.

Por fin el ya doble ganador del Tour (1913 y 1914), Philippe Thys consiguió afianzarse en el liderato, aunque fuera Firmin Lambot el ciclista que coronó en cabeza los grandes puertos de Pirineos y Alpes. Nada menos que los 7 primeros de la clasificación final fueron belgas, que ganaron 12 de las 15 etapas. Honoré Barthélémy, 8º y primer francés acabó la carrera con una muñeca rota y un hombro dislocado, siendo recibido como un héroe en el Parque de los Príncipes. Como curiosidad, el último clasificado, Charles Raboisson (22º), empleó 69 h. más que Thys para completar los 5593 km de esta edición.