viernes, 28 de julio de 2023

Rubiera, el novato que ganó la etapa reina

 

                                                                Predatto-Falzes, Giro 1997


No se ha vuelto a programar en el Giro de Italia otra etapa con más desnivel positivo que la 19ª etapa de la edición de 1997 (6400 m). Si bien se recuerda por la lucha que protagonizaron Ivan Gotti, que era el líder, y Pavel Tonkov, que resultó agónica, la etapa no fue ganada por ninguno de los dos.

Salido de una tempranera escapada de 14 ciclistas, el asturiano y debutante en grandes vueltas, José Luis "Chechu" Rubiera, acompañaba a su compañero de equipo, al escalador colombiano José Jaime "Chepe" González, que tenía la intención de afianzar su liderato en el premio de la montaña. La jornada fue la típica de los Dolomitas con frío, niebla y lluvia y la fuga fue reduciéndose en efectivos con los pasos del Pinei, Sella, Pordoi, Campolongo y Furcia, siempre con Chepe coronando en primera posición. Cuando solo 4 corredores quedaban en cabeza, Rubiera saltó del grupo, pasando el Riomolino (último puerto de la jornada) ya en solitario. Aunque por detras atacó Gotti, que formó dúo con Guerini e imprimió un fuerte ritmo para alejar a Tonkov (que contaba con los relevos de Konyshev), no lograron reducir la ventaja del corredor de Kelme, que llegó a meta invirtiendo 7 horas y 2 segundos para culminar los 222 km de la etapa. con más de 3' de ventaja sobre Conti, Guerini, Gotti y Chepe.

Gotti afianzó su liderato y acabó ganando el Giro. Rubiera (que ganó otra etapa tres años después), fue profesional hasta el 2010 y fue uno de los coequipiers más valorados en los equipos donde compitió, aunque para ello tuviera que sacrificar un palmarés que podría haber sido bastante amplio. Buen escalador y rodador aunque más recordado como un gran bajador, sobre todo en mojado.

 7 h. 00' 02" tardó "Chechu" en llegar a Falzes

sábado, 22 de julio de 2023

55 km y nueve ciclistas para un amarillo


 Jan Janssen, inconfundible con sus gafas oscuras

Última etapa del Tour 1968, dividida en dos sectores. Por la mañana 135 km en línea y por la tarde contrarreloj de 55 km, pero lejos de estar decidida la carrera tras más de 4400 km, hay 9 ciclistas en menos de dos minutos y medio en la clasificación general.
Herman Vanspringel, líder hasta ese momento, Ferdinand Bracke (recordman de la hora) o Roger Pingeon (ganador del Tour 1967) parecían los más probables vencedores pero con tan escasos márgenes San Miguel, Janssen, Bitossi, Aimar, Gandarias y Wolfshohl podrían dar la sorpresa.
A los 16 km Bracke marcaba el mejor tiempo y a mitad de recorrido Vanspringel le había superado, Sin embargo al final de los 55,2 km y tras 1h20' de esfuerzo, iba a ser Jan Janssen quien ganaba la etapa y conseguía el liderato definitivo sin haber portado en toda la carrera el maillot amarillo.
Era el primer neerlandés que ganaba el Tour, el último que se disputó por selecciones nacionales, el primero con frecuentes controles antidopaje, el último antes de Merckx.

viernes, 14 de julio de 2023

Fue muy grande, pero se encontró con un gigante


                                                                 Dos ciclistas enormes

Nació en 1964, como Miguel. Gianni Bugno, con un físico y una clase privilegiada, se convirtió en un gran campeón. Fue engrosando su palmarés con victorias cada vez de más calidad. Ganó el Giro luciendo la maglia rosa desde la primera a la última etapa. Parecía que iba a suceder a Felice Gimondi en ser el siguiente italiano ganador del Tour pero... se topó con alguien más grande que él, alguien con unas características como las suyas pero mejoradas. Bugno nunca vio la posibilidad de derrotar al "gigante de Villaba" en el Tour, siempre se sintió inferior y asumió con deportividad su impotencia. En el Tour no tenía nada que hacer, sus mejores años coincidieron con los mejores de Indurain.

Pero Gianni era rápido y con su enorme talento consiguió ser doble campeón del mundo de ruta, la Milán-San Remo y el Tour de Flandes. Cuando Miguel se retiró, su nivel ya no le permitió luchar por el Tour, pero todavía consiguió buenas victorias, siempre haciendo acopio de una gran humildad que lució durante toda su trayectoria profesional.


lunes, 10 de julio de 2023

Una Vuelta vergonzosa

Solo el equipo belga Groene-Leeuw se tomó en serio la Vuelta


 En 1959 la Vuelta a España había resultado de lo más emocionante, además de reunir a grandes estrellas, alzándose vencedor Antonio Suárez. En 1960 se esperaba algo similar o mejor, con el flamante ganador del Tour, Federico Martín Bahamontes y el propio Suárez en el Faema, el ángel volador Charly Gaul y Jesús Loroño, el archienemigo del Águila de Toledo.

Sin embargo las 17 etapas de la edición de 1960 se convirtieron en un auténtico esperpento con el protagonismo estelar de Bahamontes. En una de las primeras etapas, Bahamontes en un terreno que no le favorecía protagonizó una escapada en solitario de 243 km (récord hasta ese momento) para ser alcanzado finalmente, como era previsible. Las etapas se suceden con escapadas que adquieren diferencias monstruosas ante la apatía y el marcaje de los favoritos lo que aprovechan los componentes del único equipo que parece que corre de forma profesional, el Groene-Leeuw belga, que alcanza el liderato con ciclistas clasicómanos como Armand Desmet y Frans De Mulder, vencedor final, haciéndose Arthur De Cabooter con el maillot de la regularidad. Pero el espectáculo estaba por venir. Bahamontes hace buena, ahora si, otra escapada camino de San Sebastián y gana su etapa. En la siguiente jornada, la etapa reina con final en Vitoria, Antonio Suárez se marcha a poco de darse la salida y bate el récord de escapada del toledano, realizando 260 km en solitario y presentándose en meta con 5' de ventaja. Gaul, prácticamente desaparecido toda la Vuelta, abandona. San Emeterio, uno de los pocos hombres de confianza de Bahamontes llega fuera de control, pero Bahamontes exige a la organización que lo repesque, amenazando con abandonar. El jurado técnico no accede y Federico sale al día siguiente camino de Santander y se escapa, más tarde aminora repentinamente el ritmo y se deja alcanzar y rebasar por el resto de corredores y llega a meta con más de una hora de retraso, tras haber llegado a las manos con algún espectador que le increpa. Al final es descalificado, si bien aduce que ha tenido problemas de salud.

De los 80 participantes solo acabaron la carrera, 24.

miércoles, 5 de julio de 2023

Allez les randonneurs !

 

                                                    Ida y vuelta de París a Brest (1200 km)

Aunque parezca mentira, la París-Brest-París fue creada como una carrera profesional. En su primera edición, allá por el 1891 participaron 211 ciclistas y el mítico Charles Terront fue el primero en llegar a meta tras los 1200 km de recorrido. Casi 72 horas empleó a una media de 16,700 km/h, ocho horas por delante del segunda clasificado y 23 horas antes que el tercero. Terminaron la prueba 98 ciclistas, los últimos tardaron 10 días en completar la excursión.

Se decidió repetir la experiencia cada 10 años y el palmarés contempla grandes nombres como el propio Terront, Maurice Garin, Emile Georget, Louis Mottiat, Hubert Opperman, Albert Hendrickx y Maurice Diot.

La de Diot fue la última edición para profesionales, en 1951. Diot invirtió 38 horas a una respetable media de 30,3 km/h. Desde entonces la carrera se reconvirtió en una marcha cicloturista, la más larga y famosa del mundo. Se disputa cada cuatro años y para poder participar hay que realizar en el propio año cuatro "brevets" de 200, 300, 400 y 600 km dentro de unos tiempos homologados en pruebas autorizadas que se organizan en numerosos países.

            Hubert Opperman, el australiano que venció en 1931 y que llegó a ser ministro