Alfonsina Strada, el ejemplo de la pionera

 

                          A Alfonsina Strada nada ni nadie le impidió practicar su deporte favorito

Ya había batido el récord de la hora femenino en 1911 y participado en el Giro de Lombardía de 1917 porque apenas había ciclistas masculinos para competir en plena Guerra Mundial, pero Alfonsina quiso participar en el gran Giro de Italia de 1924. De hecho el reglamento no lo impedía expresamente pero "por si acaso" se inscribió como Alfonsin Strada.

La ciclista iba completando etapas, pero al llegar la séptima, de 304 km, sufrió varias caídas y magullada llegó a meta con el manillar roto sujetado con el palo de una escoba que le prestó un espectador, aunque fuera de control. Los jueces disponían ahora, reglamento en mano, de la justificación para descalificarla. Sin embargo, uno de los organizadores comprendió la publicidad que les estaba dando la participación de Strada y le permitieron continuar, dado que su distancia a los puestos de cabeza no afectaba a la carrera. Solo una treintena de ciclistas, de los noventa que partieron, llegó a la meta final de Milán, entre ellos Alfonsina que, oficiosamente, no fue la farolillo rojo, todavía dos ciclistas emplearon más tiempo que ella.

Al año siguiente se cambió el reglamento y así se impidió una nueva incursión femenina en la prueba. Pero esta auténtica heroína del deporte no dejó su afición y cuando ya contaba 47 años, volvió a batir el récord de la hora.

El despiste más famoso... y decisivo

 

                                           Delgado "dio ventaja" a sus rivales en el Tour de 1989

Era el principal favorito. Salía de amarillo como ganador del año anterior y la etapa prólogo, que se celebraba en Luxemburgo, como siempre iba a ser una mera presentación con escasas diferencias pero... Pedro Delgado, último en tomar la salida, no aparece en la rampa. Se ha despistado y arranca 2'40" más tarde. No queda fuera de control porque no se aplica en los prólogos.

Pero no queda ahí la cosa. El día siguiente, hundido moralmente y sin haber podido descansar, tiene que ser arrastrado por su equipo en la contrarreloj por escuadras y quedan en último lugar al tenerle que esperar, cuando tenían un potente equipo con rodadores de la talla de Induráin y Mauri. "Perico" era farolillo rojo a 7'20" del líder y la carrera aún no había entrado en Francia.

Cuando llegó la contrarreloj larga y la montaña, ya recuperado anímicamente y pletórico de fuerzas recuperó y demostró ser el más fuerte, pero solo le dio para alcanzar el tercer puesto final, apenas a tres minutos y medio de Lemond, vencedor final.

Patrick Sercu, el rey de los 6 días

 

                        Patrick Sercu formando pareja con Peter Post. Poco que hacer para sus rivales

Patrick Sercu, seguramente será el ciclista con más victorias en la historia del ciclismo(*), más de 1200. En carretera fue un sprinter extraordinario, ganando 6 etapas del Tour y un maillot verde y 13 etapas en el Giro, además de otras muchas pruebas, pero donde obtuvo el grueso de victorias fue en pista (más de 1000).

Obtuvo la friolera de 88 victorias en pruebas de 6 días, 15 de ellas con su compatriota y amigo un tal Eddy Merckx, pero también compartió sus éxitos con Peter Post, Van Looy, Pijnen, Thurau, Kneteman, Bracque, Ole Ritter... 

De forma individual fue campeón olímpico en Tokyo'64 y tres veces campeón mundial de velocidad.

(*) algunas fuentes señalan que Rik Van Steenbergen consiguió 1467

Viejos caminos, nuevo ciclismo

Caminos polvorientos en la Strada Bianca

Con el ánimo de renovar un deporte tan antiguo como el ciclismo, lor organizadores de carreras miran hacia atrás. Sobre todo con la irrupción de la Strada Bianca, de la que se disputó la primera edición en 2007 en los alrededores de Siena, surcando los bellos paisajes de la Toscana, a través de numerosos tramos de tierra.

Pronto atrajo a los grandes clasicómanos y extraoficialmente se habla de la prueba como "el sexto monumento", con Fabian Cancellara como el ciclista más laureado hasta el momento con tres triunfos. Pero no solo la Strada Bianca mira hacia otros tiempos. Cada vez más carreras incluyen tramos similares en sus pruebas, incluso en los tres grandes tours u otras como la París-Tours que conduce a los corredores por caminos entre viñedos. La épica deja de ser exclusiva de la París-Roubaix y los adoquines belgas.

 

Gino Bartali, héroe dentro y fuera de la carretera

 

                                                    Gino Bartali, el último campeón "antiguo"

Gino Bartali y Fausto Coppi no solo proporcionaron la rivalidad más famosa del ciclismo, mostraron el cambio de época en su deporte. Mientras Coppi fue el primero en acercar el entrenamiento y la alimentación a la ciencia, Bartali fue el campeón a la antigua usanza, todo fuerza y coraje.

Gino, apodado "el piadoso" ya se ganó su sitio entre los mitos ciclistas por sus victorias, pero se le incluyó como "héroe" después de su muerte. Aunque él nunca lo reveló, durante la II Guerra Mundial transportó, ocultándolos en los tubos de la bicicleta, documentos falsos que salvaron la vida a cientos de judíos. Aprovechando su enorme popularidad y su supuesta simpatía por el régimen, no era requerido o registrado nunca durante sus entrenamientos.

También se le atribuye, de forma exagerada seguramente, que evitó una guerra civil en la Italia de la posguerra, cuando su victoria en el Tour de 1948 culminando una gran remontada, apaciguó los ánimos de una convulsa situación política.