miércoles, 28 de febrero de 2024
Roger Lapebie: fortunas y pesares
domingo, 25 de febrero de 2024
La genética y los imposibles
domingo, 18 de febrero de 2024
Un Tour extraño y DisneyLandis
martes, 13 de febrero de 2024
El lechero y el tubular de Merckx
Frans Verbeeck fue un gran ciclista flamenco con un palmarés
inmenso al que le faltó una guinda. Y es que en la época en la que compitió
este duro y rápido corredor se las tuvo que ver no ya solo con los monstruos
Merckx y De Vlaeminck, sino con tal vez la mejor generación de sprinters y
clasicómanos que ha existido sin ni siquiera tener que salir de su país (Leman,
Van Linden, Godefroot, Maertens, Planckaert…).
Tras un breve paso a profesionales sin obtener grandes
resultados, volvió a trabajar con su padre como lechero, apelativo con el que
se quedó en el pelotón, pero le pudo el gusanillo y volvió a competir pero esta
vez con un durísimo entrenamiento invernal, ascendiendo una y mil veces una
dura rampa de tierra cercana a su casa con desarrollos muy duros , y empezó a
obtener resultados.
Se le contabilizan 173 victorias, pero además fue 111 veces
segundo (12 veces tras Merckx) y 108 veces tercero. Aunque se le resistieron
los monumentos, donde obtuvo 8 podiums y fue 15 veces top-6, logró imponerse en
clásicas de primera categoría como la Flecha Valona, la Amstel o la Het Volk y
proclamarse campeón de Bélgica en 1973 con el plus de batir a Merckx, que fue
segundo.
jueves, 8 de febrero de 2024
Campeones de otros mundos
Mizbani luciendo su maillot de campeón nacional contrarreloj
Si en las décadas de la guerra fría, ciclistas como Ryszard
Szurkowski (Polonia) o Sergei Soukhorouchenkov (URSS) no pudieron medirse a los
más grandes por cuestiones políticas, en otras épocas no tan lejanas, grandes
ciclistas de países con poca tradición tampoco pudieron acceder a probar sus
fuerzas con los occidentales. Dos ejemplos son el iraní Ghader Mizbani y el
Hongkonés Wong Kam-Po.
Mizbani tuvo una larguísima trayectoria con un palmarés
impresionante, aunque solo en Asia. Ganó además de en su país natal, en países
como Turquía, Indonesia, Filipinas, China, Japón o Azerbayán. Ya siendo
bastante veterano le dio tiempo a ganar dos años la clasificación anual del UCI
Asia Tour y llegó a representar a su país en algún mundial de ruta, además
dejándose ver en alguna escapada tempranera. En 2012 tuvo una oferta de un
equipo occidental pero el equipo no llegó a salir.
En cuanto a Wong Kam-Po compitió en países de Extremo
Oriente. En ruta obtuvo victorias en China, Japón, Thailandia y Taiwán, pero
donde logró su gran éxito fue en pista, consiguiendo en 2007 el título mundial
de scratch.
Seguramente cualquiera de estos dos hubiera podido competir de tú a tú con los mejores de su época. Tal vez nacieron demasiado pronto o en lugar equivocado para ello.
lunes, 5 de febrero de 2024
Dos aventureros obsesivos
En la Vuelta a España de 1987, la de la primera victoria
colombiano y el forúnculo de Kelly, hubo dos nombres que aparecían todos los
días en las crónicas de las etapas.
Henry Abadie entraba en todas las escapadas, solo o en
compañía, buscando algún triunfo de etapa. No lo consiguió a pesar de sus
incontables intentos. Sin embargo, a fuerza de encabezar la carrera durante
tantos kilómetros (entre 700 y 800 en fuga), conquistó el maillot de los
sprints especiales y fue tercero en el premio de la montaña, sin ser sprinter
ni escalador.