lunes, 21 de diciembre de 2020

Un uomo solo è al comando

 

                                                        Giro de Italia - 10 de junio de 1949

Era la última etapa alpina. Tenía 254 km, unía Cuneo y Pinerolo con buena parte del recorrido en territorio francés. Debían escalarse Madeleine, Vars, Izoard, Montgenevre y Sestrieres. Adolfo Leoni era el líder con solo 1' sobre Coppi, que, a su vez, sacaba 10' a Bartali, su eterno rival. Todo indicaba que Leoni se descolgaría antes o después y Coppi solo debería vigilar a Bartali, pero Fausto iba a hacer seguramente, su mayor gesta deportiva.

A poco de comenzar la Madeleine ataca y se marcha en solitario, ¡ a falta de 194 km ! Ningún rival le volverá a ver. Corona Madeleine y Vars y la RAI interrumpe su programación para contar la epopeya. Los aficionados le esperan en las cunetas, le ven "flotar" en La Case Deserte y pasa con 9' de ventaja por el Izoard. Tras flanquear Montgenevre y Sestrieres, desciende hasta la meta en Pinerolo con 12' sobre Bartali. Ha empleado más de 9 horas en completar la etapa, más de 7 en solitario.

Se calcula que Fausto Coppi anduvo escapado unos 3000 km durante sus participaciones en el Giro.

 "Un uomo solo è al comando; la sua maglia è biancoceleste; il suo nome è Fausto Coppi".

miércoles, 16 de diciembre de 2020

"Súper Mario"

                                                                          Mario in ciclamino


Mario Cipollini ostenta el record absoluto de victorias parciales en el Giro de Italia, con 42. Fue un ciclista tremendamente mediático, un "superstar" dentro y fuera del pelotón, un típico producto italiano del marketing que sabía vender y venderse. No obstante, esa áurea de estrella que poseía no le nubló la vista cuando rebasó en 2003 a Alfredo Binda que poseía 41 triunfos de etapa que databan de 70 años antes y le preguntaron por cómo se sentía al superar esta marca. "Súper Mario" contestó que se avergonzaba, porque no merecía ni limpiarle los zapatos al gran Binda.

Sea como fuere, aunque "solo" se tratara de un gran sprinter, marcó una época en el ciclismo italiano y mundial. El maillot arco iris que posee fue, por supuesto, en el mundial más plano que se recuerda.