lunes, 18 de mayo de 2020

Odio y orgullo bretón


12 de abril de 1981 (París-Roubaix)

Odiaba esta carrera. Hacer más de 250 kilómetros a través de desolados paisajes repletos de barro y esos terribles adoquines... pero era Bernard Hinault y tenía que ganarla y así con el maillot arcoiris lo hizo, a pesar de los pinchazos y de las cuatro caídas que sufrió, la última a 15 km. de meta, aunque en el grupo que le acompañó hasta el velódromo de Roubaix estaba De Vlaeminck, cuatro veces ganador; Kuiper, ese duro holandés que además trabajaba para De Vlaeminck; Moser que había ganado las tres ediciones anteriores y Van Calster y Demeyer, en teoría más rápidos que él. Pero el tejón les llevó al límite y nadie pudo rebasarle en el sprint.
Dijo que nunca más volvería a disputar la carrera, aunque no cumpliría su promesa.

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