lunes, 10 de febrero de 2025

François Faber, el gigante de la ruta

 

                                  Faber y Garrigou en las rampas del Galibier en el Tour de 1913


El luxemburgués François Faber medía alrededor de 1,80 m, nada extraordinario hoy en día, pero allá por los principios del S-XX era un gigantón, imagen que transmitía además por una complexión fuerte y atlética, su bigote y su serio semblante.

Habiendo sido 2º en el Tour de 1908 y con la ausencia de Petit-Breton que había sido el último vencedor, Faber se presentaba como favorito para la edición de 1909. Su superioridad se puso de manifiesto enseguida, siendo 2º en la primera etapa y ganando de forma consecutiva las cinco siguientes, hecho no igualado hasta la fecha. En la segunda etapa, de 398 km, cubrió unos 200 en solitario, y en la tercera fue inmortalizado en su fotografía más famosa, al cruzar corriendo la meta, tras haber roto la cadena un kilómetro antes. La clasificación se determinaba por puntos, y con el triunfo asegurado se dice que la organización le pidió que bajara la intensidad para dar cierta emoción a la carrera. Así pues solo ganó una etapa más, aunque el resto las ganaron ciclistas de su equipo (Alcyon-Dunlop), excepto la que ganó Ernest Paul, que corría como independiente y era hermanastro de Faber. Ostenta el honor de ser el primer no francés en imponerse en el Tour

También fue 2º en 1910 y en total se impuso en 19 etapas entre todas sus participaciones en el Tour. Murió mientras combatía en la I Guerra Mundial, a los 28 años.



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