Anquetil no se privó de ninguno de los placeres de la vida
El cáncer se llevó demasiado pronto a Jacques Anquetil, pero tuvo tiempo a disfrutar del éxito gracias a su esfuerzo, su inteligencia y a su irresistible atractivo físico..
El pentaganador del Tour y considerado el mejor croner de todos los tiempos, supo gestionar sus limitaciones para dominar a sus rivales con su inteligente control de las carreras. No se privó de los placeres de la buena mesa y amasó una gran fortuna. Llegó a cobrar cuatro veces el premio de una carrera que no ganó (*).
Hoy en día hubiera sido el número uno en los programas del corazón. Dejó a su esposa por su amante, Janine, posiblemente al amor de su vida, pero tuvo un hijo con la hija de ésta y otro con su nuera.
(*) G.P. Lugano (1962): Jacques ya llevaba 6 victorias en la prueba contrarreloj suiza, las últimas cuatro consecutivas y la organización le ofreció el premio para que no participara, oferta que el normando no rechazó. Pero días antes del evento la dirección de carrera rectificó y volvió a invitarle, pagándole de nuevo el premio como fijo de salida. Llegado el momento, los helvéticos le sugerieron que no se empleara a fondo, para dar opción a otros. Anquetil asintió, no sin exigir un nuevo pago a cambio. El gran favorito, excluido Jacques, era Ercole Baldini, "la locomotora de Forli", El italiano, que desconocía los acuerdos adquiridos, se acercó al rubio francés y le ofreció nuevamente el montante del premio. Así pues, Anquetil se embolsó por cuarta vez el montante. Eso sí, cumplió y ni siquiera hizo pódium. Curiosamente, Baldini fue batido por escaso margen por el suizo Rolf Graff.
En 1965 Anquetil obtuvo su séptima victoria en el G.P. Lugano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario