martes, 30 de junio de 2020

Dos irlandeses irrepetibles


Hasta los ochenta, la aparición en el pelotón internacional de un ciclista irlandés era más bien pintoresca o anecdótica, pero la irrupción de Sean Kelly y Stephen Roche supuso que entre los dos consiguieran un palmarés para su país al alcance de muy pocos.

Kelly fue el mejor clasicómano de la década, ganó 9 monumentos (le faltó ganar el Tour de Flandes donde fue tres veces segundo), innumerables pruebas de una semana (con 7 París-Niza consecutivas) y una Vuelta a España además de 8 maillots de la regularidad entre Tour y Vuelta. Ganó en todos los terrenos. Un auténtico fuera de serie.

Roche también posee un buen palmarés pero en 1987 consiguió, ni más ni menos, que el triplete que sólo Merckx había firmado (Giro, Tour y Mundial).

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