Ni siquiera Hinault pudo con los escarabajos
Giovanni Jiménez y Cochise Rodríguez fueron avanzadillas,
pero la irrupción en Europa del gigante colombiano se produjo en los 80. Tras
la victoria de Alfonso Flórez en el Tour del Porvenir de 1980, batiendo al gran
Shoukorouchenkov, un equipo amateur colombiano fue invitado al Tour “open” de
1983 con buena actuación de Patrocinio Jiménez y Edgar Corredor, que fueron
top20. Pero la auténtica revolución vino
en la Dauphine del año siguiente. Cuando llegó la montaña surgió un emorme “Pacho”
Rodríguez. El triple ganador de la prueba, Bernard Hinault, se vio emparedado
en la clasificación general por “Pacho”, Martín Ramírez, Pablo Wilches y Reynel
Montoya. “El tejón” lejos de desistir, lanzó un furioso ataque en el penúltimo
día bajo un tiempo invernal. Rodríguez cedió aquejado de una caída del día
anterior pero entonces Martín Ramírez se encargó de neutralizar y rebasar al
bretón. Restaba una contrarreloj final dura y, contra pronóstico, Ramírez no
solo conservó sino que incrementó su ventaja, adjudicándose la Dauphine,
acompañado nada menos que por Hinault y Lemond en el pódium.
La apoteosis colombiana no había hecho más que comenzar. En julio llegaría Lucho Herrera.
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