martes, 1 de agosto de 2023

Envenenados, disfrazados y mercenarios o el Tour de 1911

Paul Duboc, el envenenado

En 1911 la clasificación general se determinaba por puestos, no por tiempo. Parecía que Gustave Garrigou tras varios puestos de honor en las ediciones anteriores iba encaminado hacia la victoria, favorecido por los abandonos de algunos favoritos como Lapize, Faber, Petit-Breton y Trousselier o la caída por un barranco de Georget, que le había dejado lejos de la cabeza, pero mediado el Tour surgió un fortísimo Paul Duboc que se anotó consecutivamente dos etapas y amenazaba el liderato de Gustave. El pletótico Duboc atacó de salida en la siguiente etapa, la terrible Luchon-Bayona, de 326 km y con los pasos de Peyresourde, Aspin, Tourmalet y Aubisque. Duboc coronó en cabeza los tres primeros y antes de afrontar el Aubisque alguien le dio un bidón... envenenado y llegó vigésimo primero a más de tres horas y media de Maurice Brocco "el mercenario" al que Desgranges descalificó por haberse ofrecido al mejor postor para ayudarle, cosa que impedía el reglamento, ya que él mismo ya no tenía nada que hacer en la clasificación general.

Dio la casualidad que la siguiente etapa circulaba por Rouen, localidad natal de Duboc y se temía que sus seguidores agredieran a Garrigou, al que culpaban del envenenamiento, así que la organización del Tour decidió "disfrazarlo" con un maillot negro, tapando el dorsal y aconsejándole que se ocultara entre sus rivales y atravesara rápido la población. Nunca se esclareció la autoría del veneno, aunque también se acusa a Lafourcade, el especialista en pócimas del pelotón, que no participaba aquel año. Duboc, recuperado de sus dolencias, todavía ganó la siguiente etapa y ya no pudo alcanzar a Garrigou, aunque fue segundo en la clasificación final tras Gustave. El "barranquista" Georget fue tercero.

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