"Lucho" luciendo, como era habitual, el maillot de la montaña
En Colombia el ciclismo desata pasiones. Sus campeones son encumbrados a lo más alto de la popularidad, aunque hasta entrada la década de los 80, en la cuna del deporte del pedal, en Europa, solo Cochise Rodríguez había asomado unos años antes.
Luis "Lucho" Herrera fue quien puso la guinda definitiva a un pastel que empezó a cocerse en aquel Dauphine de 1984, en el que él no participó, pero en el que sus compatriotas dieron toda una exhibición. Fue Herrera después, quien consiguió los grandes hitos para el ciclismo de su país. Y es que fue posiblemente el mejor escalador de su época. Conquistó el reinado de la montaña en las tres grandes, algo que solo había conseguido Bahamontes hasta ese momento, ganando etapas en todas ellas, con finales tan míticos como Alpe d'Huez, Lavaredo o Lagos de Covadonga entre otros y, sobre todo, se anotó la Vuelta a España en 1987, siendo así pionero para Colombia de los triunfos en "las grandes", que luego continuarían Nairo Quintana y Egan Bernal. También consiguió en dos ocasiones la Dauphine. Sus éxitos en Europa no le impidieron conseguir 4 victorias en la Vuelta a Colombia y otras 4 en el Clásico RCN, las dos carreras más importantes de su país. No tener mejores prestaciones más allá de la escalada, le impidieron pasar de una 5ª posición en el Tour.
Tras su retirada se desvinculó totalmente del ciclismo, aunque su notoriedad le jugó una mala pasada, siendo víctima de un secuestro por la guerrilla colombiana, que se resolvió felizmente.