Demeyer batiendo a Moser y De Vlaeminck
Guillaume Driessens era el director del Flandria, y su discípulo Marc Demeyer se encontraba en el grupo de los mejores de la París-Roubaix de 1976, con Kuiper, De Vlaeminck y Moser. Kuiper era el más lento teóricamente y trataría de atacar, mientras que los otros dos eran tanto o más rápidos que Demeyer, así que no habían demasiadas posibilidades de victoria, pero Driessens tenía un plan. Cuando por circunstancias de la prueba vió que su coche era el único que seguía a los de cabeza, se acercó a Marc y le gritó bien fuerte para que los otros le oyeran. "No releves, viene cazando Maertens a treinta segundos". Con la justificación de esperar a que se incorporara su compañero de equipo, Demeyer dejó de relevar, mientras que los otros tres se aprestaron a tirar con fuerza, ya que si les alcanzaba Maertens sería difícil batirle. Así consiguió rodar 40 km guardando fuerzas para ganar el sprint en el velódromo y anotarse su mejor victoria.
El caso es que Freddy Maertens nunca persiguió al grupo, ya que había sufrido una caída e iba camino del hospital. No obstante, no hay que menospreciar a Demeyer, que era rápido y resistente y que ganó un buen número de clásicas y etapas, dos de ellas en el Tour. Antes de cumplir 32 años falleció en su domicilio en extrañas circunstancias, inmerso en una profunda depresión por problemas personales.