En 1983 se puede decir que comienza la era moderna de la
Vuelta a España. Los medios de comunicación tanto públicos como privados
realizan grandes despliegues y ofrecen los directos televisivos y radiofónicos
de las etapas. El gran atractivo de esa Vuelta del 83 es, con permiso de
Bernard Hinault, la llegada a Los Lagos de Covadonga.
De una belleza paisajística incomparable se mitifica aquella
primera subida por su gran dureza y se crea una gran expectación. El primero en
ollar la cima es Marino Lejarreta “el junco de Bérriz”, un ciclista con mucha
más calidad y carisma de lo que exhibe su palmarés. Un buen pionero pues para
una cumbre que ha sido más de 20 veces final de etapa en la ronda española. Una
etapa siempre muy esperada y con la incertidumbre del tiempo, siempre tan
imprevisible y cambiante.
Solo han repetido victoria en Los Lagos: Pedro Delgado, Luis Herrera y Laurent Jalabert, aunque también encontramos entre sus vencedores a escaladores de la
talla de Millar, Pino, Rincón, Tonkov, Quintana, Pinot o Roglic.
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