martes, 13 de febrero de 2024

El lechero y el tubular de Merckx

 

Verbeeck gana el sprint de la París-Bruselas... para ser segundo. Merckx ya había llegado antes.

Frans Verbeeck fue un gran ciclista flamenco con un palmarés inmenso al que le faltó una guinda. Y es que en la época en la que compitió este duro y rápido corredor se las tuvo que ver no ya solo con los monstruos Merckx y De Vlaeminck, sino con tal vez la mejor generación de sprinters y clasicómanos que ha existido sin ni siquiera tener que salir de su país (Leman, Van Linden, Godefroot, Maertens, Planckaert…).

Tras un breve paso a profesionales sin obtener grandes resultados, volvió a trabajar con su padre como lechero, apelativo con el que se quedó en el pelotón, pero le pudo el gusanillo y volvió a competir pero esta vez con un durísimo entrenamiento invernal, ascendiendo una y mil veces una dura rampa de tierra cercana a su casa con desarrollos muy duros , y empezó a obtener resultados.

Se le contabilizan 173 victorias, pero además fue 111 veces segundo (12 veces tras Merckx) y 108 veces tercero. Aunque se le resistieron los monumentos, donde obtuvo 8 podiums y fue 15 veces top-6, logró imponerse en clásicas de primera categoría como la Flecha Valona, la Amstel o la Het Volk y proclamarse campeón de Bélgica en 1973 con el plus de batir a Merckx, que fue segundo.

Tal vez su carrera más mítica fue su no victoria en el Tour de Flandes de 1975 al que llegó posiblemente en el mejor momento de forma de su carrera. El “Caníbal” arrancó en Kwaremont, a 104 km de meta y solo Frans pudo cogerle rueda. Merckx impuso un ritmo infernal y Verbeeck apenas podía seguirle. Pasó dos horas y media con la vista fija en el tubular trasero del monstruo de Tervuren sin apenas poderle relevar. A 6km de la llegada finalmente se descolgó. El tercer clasificado llegó a más de 5’ a meta.


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