Giro 1978 - Johan De Muynck Vuelta 2022 - Remco Evenepoel
miércoles, 26 de marzo de 2025
De Johan a Remco
viernes, 21 de marzo de 2025
La primera clásica se ganó a 13,3 km/h
Aunque el título de "La Doyenne", la decana, se le otorga a la Lieja-Bastogne-Lieja como el primer monumento ciclista, la primera clásica que se disputó y que sigue con vida es la Milán-Turín. Y es que esta carrera que une las capitales de Lombardía y Piamonte a través del valle del Po data de 1876. En la primera edición de 150 km de recorrido se inscribieron 10 deportistas, aunque solo 8 tomaron la salida y fueron 4 los que llegaron hasta la meta. El vencedor fue Paolo Magretti, un naturalista, entomólogo y explorador, que marcó una media de 13,3 km/h, aventajando en hora y media al segundo clasificado.
La Milán-Turín no celebró su segunda edición hasta 1894 y no consiguió enlazar dos ediciones en años consecutivos hasta pasada la IGM. Tras más de 100 ediciones, el récord de victorias lo ostenta Costante Girardengo, con 5 triunfos entre 1914 y 1923.
La carrera ha sufrido muchos paréntesis y cambios de fecha, oscilando de la semana anterior al Giro de Lombardía o, actualemente, a la semana que precede a la Milán-San Remo. Ahora parece más afianzada al ser organizada por la Gazzeta dello Sport, programando la meta en Superga, una corta pero dura subida a las afueras de Turín.
lunes, 17 de marzo de 2025
Más dura era la mina
Jean Stablinski, "el polaco" con el maillot de campeón francés
De familia polaca, que sufrió las penurias de la IIGM, surgió Jean Stablewski, a quien un periodista por error le cambió la ortografía por Stablinski, y así quedó para la posteridad. Trabajaba en la mina y tocaba la acordeón en sus ratos libres, hasta que se compró una bicicleta y comenzó a competir con éxito.
Y pasó a la historia del ciclismo por varias razones. Fue reclutado por Jacques Anquetil, convirtiéndose en uno de sus mejores escuderos. A pesar de su apellido, ostenta el récord todavía no igualado, de ser cuatro veces campeón de Francia de ruta. Ganó 11 etapas entre las tres grandes vueltas y, sorprendentemente para sus características de potente velocista, se llevó la Vuelta a España de 1958, gracias al estúpido marcaje que sostenían Bahamontes y Loroño, que eran los grandes favoritos, a la enfermedad que aquejó a Rik Van Looy en aquella edición y, por supuesto, a su tesón.
Pero ya retirado hizo una importante aportación a la historia del ciclismo. Cerca de su casa en el norte de Francia, había un camino adoquinado que atravesaba un bosque. Era un tramo de unos dos kilómetros que, gracias a su insistencia, se incluyó en la París-Roubaix por primera vez en 1968. El bosque de Arenberg es, desde entonces, paso obligatorio y decisivo en la reina de las clásicas.
Puerto de la Herrera durante la Vuelta de 1958jueves, 13 de marzo de 2025
El escalador al que (casi) nadie recuerda
jueves, 6 de marzo de 2025
Rik II, emperador de Herentals
Van Looy remata su palmarés con la Flecha Valona de 1968
Rik Van Looy fue llamado Rik II porque prolongó el legado de Rik I (Van Steenbergen), en el dominio del ciclismo belga. Como su predecesor, consiguió un número de triunfos inabarcable, pero mejoró la calidad. En 1965 se convirtió en el primer ser humano que había conquistado los 5 monumentos ciclistas, algo que solo igualaron más tarde sus compatriotas Merckx y De Vlaeminck, pero además también se anotó las otras tres llamadas "clásicas originales" (París-Tours, París-Bruselas y Flecha Valona), honor que nadie más ha conseguido. Fue por dos veces campeón del mundo de ruta (1960 y 61) y ganó 36 etapas en las grandes vueltas, gracias a su punta de velocidad.
Orgulloso de sus logros, coincidió en el SOLO SUPERIA en 1965 con un joven Eddy Merckx, que había obtenido el año anterior el mundial amateur, y no fue muy amable con él, con algunas bromas de dudoso gusto que Eddy no encajó bien. Merckx dejó el equipo y fue agrandando su figura, a medida que Rik iba menguando en sus prestaciones. El año 1969 cuando Merckx aplastó a sus rivales en el Tour, permitió a Rik ganar su última etapa en el Tour, fue su único momento de tregua en su "guerra fría". En varios critériums post-Tour de aquel año, llegaron a ser abucheados por el público cuando, en su obsesión por vigilarse uno al otro, se rezagaban y llegaban a ser doblados en los circuitos urbanos.
lunes, 3 de marzo de 2025
Un primer intento de Tour femenino
Millie Robinson, la primera en ganar el Tour, tardó 30 años en tener sucesora
Corría 1955 y Jean Leulliot, por razones más comerciales que deportivas, organizó un Tour de Francia femenino. Vio un filón publicitario que efectivamente suscitó interés del público, aunque no fuera tampoco exclusivamente deportivo.
La carrera se disputó del 18 de septiembre al 2 de octubre y constó de 5 etapas, la última de ellas dividida en dos sectores. No obstante, no fue ningún paseo. Se programaron un total de 373 km (la primera etapa constó de 85 km). Tomaron la salida 41 ciclistas de varias nacionalidades. Como curiosidad, la luxemburguesa Elsie Jacobs, que tres años después fue la primera campeona mundial de ruta, tuvo que participar con licencia francesa, ya que en Luxemburgo estaban prohibidas las carreras ciclistas femeninas.
El dominio correspondió a las corredoras británicas, que coparon el pódium, con la victoria de Millie Robinson, natural de la isla de Man y que profesionalmente era repartidora de leche con su furgoneta.
Leulliot, el propio artífice de la prueba, se encargó de desprestigiar a las ciclistas con comentarios machistas propios de la época y no hubo segunda edición ¡ hasta 1984 !


 





