viernes, 28 de noviembre de 2025

Jaan Kirsipuu nunca rodó por los Campos Elíseos de París

 

                                                             De amarillo en el Tour de 1999


Jaan Kirsipuu ha sido el ciclista estonio de referencia. Durante su dilatada carrera profesional, casi siempre ligada a equipos franceses, consiguió 125 victorias. Gran velocista, capaz de medirse con los mejores sprinters de la época en sus mejores temporadas o ganando al aprovechar su potencia atacando cerca de meta. Su mayor notoriedad la alcanzó en 1999 donde ganó una etapa en el Tour y portó el maillot amarillo de líder durante varias jornadas.

Ganó además otras tres etapas de la Grand Boucle en otras ediciones, una etapa en la Vuelta, dos en la París-Niza, la clásica París-Bourges, Tour de l'Oise, La Vendée, Denain... y decenas de carreras y etapas de segundo orden, pero si por algo puede entrar en el anecdotario del ciclismo no es por su extensa cosecha de triunfos.

Estuvo en la salida del Tour en 12 ocasiones, 2 veces en la de la Vuelta y una en la del Giro, pero ninguna de las 15 las finalizó. Es difícil contrastar el dato con ediciones del siglo pasado pero sería muy extraño encontrar a otro ciclista con semejante récord.

No obstante, anecdotario aparte, no cabe duda que hasta la fecha no ha dado Estonia un ciclista como él, con ni más ni menos que 14 títulos nacionales (5 en ruta y 9 en contrarreloj).   

martes, 25 de noviembre de 2025

Desgracias, decepciones y sorpresas en el Tour de 1935

 

                                                    Tampoco Maes estuvo exento de averías


El Tour de 1935 se presentaba con un potentísimo equipo francés con Antonin Magne, ganador de la edición anterior como gran favorito, otros dos vencedores: Leducq y Speicher, más el gran escalador René Vietto, Le Greves, Archambaud y por si fuera poco Charles Pelissier y Lapébie que corrían de forma independiente. Desgranges, a la vista del éxito de la primera contrarreloj individual del año anterior, programa 6 cronometradas (3 de ellas individuales)

Para oponerles resistencia el equipo belga tenía como jefe de filas a Felicien Vervaecke, pero en la primera etapa París-Lille, se impone Romain Maes y su liderato ya no cambiará en todo el Tour. Aunque pasa malos momentos en los Alpes, respaldado por su homónimo Sylvère Maes y el propio Vervaecke resiste las 21 etapas sin perder el amarillo en ningún momento, permitiéndose el lujo de ganar incluso el último día en París.

La fatídica etapa con final en Grenoble que supone el accidente que le cuesta la vida a Cepeda, también registra el atropello de Magne que le hace abandonar, mientras que otros como Vietto, aunque gana etapas ha perdido mucho tiempo. El equipo español integrado por Ezquerra, Trueba, Cañardo y Cardona entre otros, pasa desapercibido. De los cuatro citados solo el veterano Cardona acaba la carrera en el puesto 22.

En la clasificación final tras Maes se clasifica el italiano Ambrogio Morelli, que gana dos etapas, adornando así notoriamente su buen pero modesto palmarés, mientras que tercero es Vervaecke. El mejor francés es Speicher, sexto.

jueves, 20 de noviembre de 2025

Siete años después y La Finestre y Carapaz como testigos comunes


                                         Del Toro, Carapaz y Yates, protagonistas del Giro 2025


En 2018 el Giro afrontaba su 19ª etapa hacia Bardonecchia. Chris Froome se lanzó al ataque a 80 km de meta y el Colle de la Finestre por delante. Era 4º en la general y tenía una desventaja de 3'22" respecto a Simon Yates, el líder. Fue demoledor. El segundo en meta, Richard Carapaz, llegó a 3' y Simon Yates totalmente hundido perdió hasta el top10 de la carrera.

Pero en 2025 Simon le daría la vuelta a la historia. Ahora él era 3º en la clasificación y en la vigésima etapa y ante el mismo coloso alpino fue él quien lanzó el ataque. Isaac del Toro y, nuevamente Richard Carapaz, que le precedían en la clasificación, no pudieron o no estimaron oportuno salir a su rueda y Yates hizo camino y diferencia, llegando a meta más de 5' por delante de Del Toro y Carapaz y sentenciando el Giro, esta vez a su favor.



lunes, 17 de noviembre de 2025

Froome, ¿ orgullo o lástima ?

 

                                       Con el maillot del SKY, donde consiguió todos sus éxitos


Un británico nacido en Kenia es el séptimo ciclista en conseguir las tres grandes. Chris Froome ganó el Giro de 2018 y completó la tercera que se había iniciado con la Vuelta en 2011 (aunque tuvo que esperar ocho años para que se la adjudicaran por la descalificación definitiva de Juanjo Cobo), también ganó otra Vuelta , ¡ y cuatro tours !

Pero no fue de forma plácida, nunca tuvo suerte con las caídas, siempre estuvo bajo sospecha médica, tuvo discrepancias en el equipo por la jefatura de filas... y es que el Sky tuvo una época de dominación total ( Froome, Wiggins, Thomas, Bernal...). El caso es que Christopher reunió un palmarés descomunal en carreras por etapas a pesar de todo, pero en 2019 reconociendo el recorrido de una contrarreloj tuvo un choque tremendo a gran velocidad y se rompió el fémur, el codo y varias costillas.

Ya estaba bien metido en la treintena, pero volvió. Pasó el tiempo y no llegaban las mejoras, asumió el rol de gregario y cambió de equipo. A su nuevo equipo en principio le vino muy bien, el apellido Froome era un reclamo para los organizadores, pero el rendimiento no mejoró y ya no se espera que sea siquiera sombra de lo que fue. Ya en la cuarentena persiste en seguir compitiendo, aunque no pueda seguir la estela del pelotón. ¿ Es un acto de amor propio, de orgullo, o simplemente está haciendo el ridículo ? Si algún equipo está dispuesto a contratarle, larga vida a Chris Froome.

viernes, 14 de noviembre de 2025

Lafourcade, un fogonazo en el Aubisque

                                         

                                        Lafourcade tras la Burdeos-París de 1911, en la que fue 4º


No fue François Lafourcade un hombre de grandes resultados. Corredor duro como exigía la época, los caminos y los kilometrajes, obtuvo varios pódiums, aunque ninguna victoria en la Bol d'Or que se disputaba en el velódromo de París. Era, no obstante, asiduo de buenas posiciones en las clásicas, aunque tampoco obtuvo victorias.

Sin embargo la historia del ciclismo le reservó un hueco. En aquella épica Luchon-Bayonne de 326 km y que atravesaba por primera vez "el círculo de la muerte" pirenaico (Peyresourde, Aspin, Tourmalet y Aubisque) y posterior tránsito por el Osquisch antes de meta.

Todos los puertos fueron flanqueados en primera posición por el ganador de la etapa y a la postre del Tour, Octave Lapize. Todos excepto uno, el Aubisque. Lafourcade, que participaba como "isolé" (sin equipo), se había mantenido desde la salida, horas antes de que amaneciera, en las primeras posiciones y cuando llegaron el Tourmalet y el Aubisque, se cuenta que fue el único ciclista que realizó ambas ascensiones sin poner pie a tierra en ningún momento y así consiguió coronar el Aubisque en primera posición, aventajando en 16' a Lapize.

François, muy fatigado descendió hasta Eaux Bones donde decidió comer, allí fue asaltado prácticamente por los lugareños que le preguntaban por su paisano, Jean-Baptiste Campdessoucens, al que habían preparado un gran recibimiento, pero los ciclistas corrían más rápido que las noticias, ya que desconocían que Jean-Baptiste había abandonado en Nimes seis días antes.

Cuando Lafourcade acabó de comer todavía llevaba 5' de ventaja a sus perseguidores, pero su agotamiento era manifiesto. Fue alcanzado y rebasado por Lapize y Albini, seguramente en el Osquisch y consiguió pegarse más tarde a la rueda de Faber, que trataba de defender su liderato y a Trousselier que le acompañaba a duras penas. Al final fue quinto en la etapa, su mejor clasificación de sus participaciones en el Tour, a 10' de Lapize, empleando 14 h 20', clasificándose 14º en la general final y sin superar el 13º que obtuvo tres años antes, en el otro Tour que pudo finalizar.

sábado, 8 de noviembre de 2025

A un Marino que le gustaba la montaña


                                                 Victoria en Selva di Val Gardena (Giro 1984)


Marino Lejarreta, "el junco de Bérriz" era uno de los mejores escaladores del pelotón y se fue a Italia a dominar los Alpes, los Apeninos, los Dolomitas... y el Giro los recortó. Eran los años en que el recorrido de la Corsa Rosa se suavizaba en exceso, la montaña se reducía a la mínima expresión e incluso los finales en alto, no eran en lo alto, acababan a medio camino.

Marino ya había ganado la Vuelta a España, aunque no subió con todos los honores a recoger su maillot (amarillo por entonces), porque fue por descalificación de Ángel Arroyo. Ese carácter suyo tan tranquilo y su descuidada táctica le privó de mejores triunfos, habitualmente se le veía cerrando los pelotones, con el peligro de verse sorprendido por inesperados cortes. Sin embargo tenía clase de sobra. Cuando fue a Italia, a pesar del hándicap de los recorridos, acabó top10 en los siete giros en los que participó y mejoró drásticamente contra el reloj, convirtiéndose en un gran "croner". Gran fondista, llegaba muy entero a los finales de temporada y durante tres años consecutivos se atrevió a completar Vuelta, Giro y Tour, con puestos notables casi siempre. Ganó en total 5 etapas en la Vuelta, 2 en el Giro y una en el Tour, se anotó dos veces la Volta a Catalunya y 3 veces la Clásica San Sebastián. Doloroso habrá sido para un vasco no imponerse en la Itzulia, donde fue 3 veces tercero, pero es que su mejor forma la adquiría más avanzada la temporada.

De buen carácter y gran humildad es uno de los ciclistas más queridos por la afición de las últimas décadas.

miércoles, 5 de noviembre de 2025

Raymond Poulidor es leyenda

 

                                              Su primera gran victoria: Milán-San Remo, 1961


Aunque su nombre se asocia rápidamente a "segundón", el limousin Raymond Poulidor tiene un brillante y longevo palmarés, por pocos superado.

Su fama le viene del Tour, donde no tuvo suerte. Participó en 14 ocasiones, con tres segundos puestos, cinco terceros, un séptimo, un octavo y un noveno. Nadie le iguala en pódiums y solo Zoetemelk le supera en tops10, y aunque ganó 7 etapas, nunca fue maillot amarillo. Cuando más cerca estuvo de vestir la prenda fue en la famosa etapa de 1964 en el Puy-de-Dôme, en el que se quedó a 14" de Anquetil y cuando mejor lo tenía para ganar la Grand Boucle fue en 1968, en el que una moto de carrera le embistió por detrás y la caída provocó su abandono (aquel año era el más fuerte, sin duda).

No obstante, si hubiera inscrito su nombre como ganador del Tour, posiblemente no hubiera sido el ciclista francés más querido en su país, aún cuando su principal rival fue su compatriota Anquetil, quíntuple ganador.

Su carrera se prolongó hasta los 41 años sin bajar su nivel (con 40 años fue 3º en el Tour). Representó a su país en los mundiales durante los 18 años que fue profesional, obteniendo una plata y dos bronces, fue una vez campeón nacional, ganó la Vuelta a España, dos veces la París-Niza, dos Dauphiné, la Flecha Valona y la Milán-San Remo y se ganó sobre todo al público, con su sonrisa, su aspecto bonachón y su amabilidad con sus seguidores. "Allez PouPou", era lo más oído en las cunetas.  

Se dice que donde era un auténtico zorro era jugando al póker, cuando en las concentraciones de pretemporada desplumaba a sus compañeros del MERCIER, el equipo al que siempre fue fiel. 

lunes, 3 de noviembre de 2025

Nencini ganó el Giro del odio

 

                                                Baldini, Nencini y Gaul durante el Giro de 1957


Louison Bobet y Charly Gaul se odiaban. De carácteres contrapuestos en lo personal, en la carretera demostraron sus diferencias en bastantes ocasiones. Esta enemistad les pasó factura en el Giro de 1957.

Al comenzar la 18ª etapa, que incluía el Passo Bondone (donde el año anterior Gaul escribió una odisea histórica para adjudicarse la carrera italiana), el luxemburgués tenía 56" de ventaja sobre Nencini y 1'17" sobre Bobet. Antes de afrontar el puerto Bobet y sus coequipiers se detuvieron a evacuar, por lo que Gaul decidió un par de kilómetros después hacer lo mismo. Cuando Bobet pasó junto a él y le vio detenido, secundado por Geminiani se lanzó al ataque. Nencini, Baldini, Astrua, Poblet, Defilippis, Fornara, Van Est y algún otro vieron la ocasión y se unieron. Gaul, de carácter áspero, no tenía muchos amigos en el pelotón, nadie le ayudó y llegó a meta perdiendo 8' y el liderato.

La 19ª etapa, una durísima etapa en los Dolomitas y última montañosa, vivió un desarrollo apasionante. Nencini era líder con solo 19" sobre Bobet, y su equipo impuso un ritmo infernal desde el primer puerto hasta que solo quedaron los más fuertes en cabeza. Por fin descolgaron a Nencini, no por falta de fuerzas sino por la mala suerte, que obsequió con tres pinchazos al italiano en solo 10 km. Cuando Geminiani cedió tras vaciarse para Louison, éste se quedó solo con Baldini que no colaboraba con él (al fin y al cabo Nencini era compatriota y a los tifosi no les habría gustado). Mientras Gaul, que también había pinchado, decidió que podía vengarse de Bobet. Con Nencini a rueda llegó a la altura de Bobet y así consiguió que su enemigo no ganara el Giro.

Este Giro también vivió en otro aspecto , el duelo entre los dos mejores sprinters de la época, Miguel Poblet (que además fue 6º en la general), y Rik Van Steenbergen. Entre los dos ganaron 9 etapas (4 y 5 respectivamente).

                                Van Steenbergen se impon a Poblet en la última etapa en Milán